Monday, July 31, 2006

VANIDAD


Expandes tus plumas,
henchido de orgullo,
de un salto pasas al frente
al presentir tu nombre (y usualmente fallas).

Erguido y presuntuoso,
observas desdeñoso desde el Olimpo ficticio
en el cual crees que moras.

Tus plumas, pardas
y alborotadas, son más grotescas
cuando con aires de una muy grande ciencia
desfilas, sin ser requerido, por la imaginaria pasarela.

Sí, sos el blanco de la atención:
reconocido, señalado, en boca de todos.
Así sea a costa de ser ridículo.

Tuesday, July 25, 2006

EL FINAL

Hace algunos días, Webita dejó un comment que me mandó de vuelta a una de las varias fuentes de angustia que me acompañan desde la infancia: algún día el universo desaparecerá. A menos de que los simpáticos cosmólogos decidan otra cosa en el futuro finito, la trágica desaparición de todo lo que conocemos y lo que nos falta por conocer, resulta inevitable. Un asunto que constituye otro motivo de desazón para mi cabezota temerosa, a la cual, la idea de los finales definitivos le resulta de un horror repulsivo. Claro, es un proceso natural en contra del cual, nada podemos hacer sino aceptarlo. Desafortunadamente, semejante razonamiento es tan sensato, como ajeno a la naturaleza de las angustias del hombre. Con excepción de los depresivos, para la mayoría de los seres humanos la idea de la finitud resulta chocante. Si, si; tal vez estoy proyectando en los demás mis fobias, pero estoy seguro de que una sencilla encuesta sobre este tema, es capaz de confirmar mi afirmación infundada. Tal vez por eso me gusta tanto El Golem, sobre todo aquella parte que dice:

¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más?¿ Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otro cuita?

Si. Una serie infinita, una historia interminable, eso si que me gusta. Desde pequeño me resisto a la idea de que llegará algún día en que las estrellas se apaguen; en que el último vestigio del universo que alguna vez vislumbré, desaparezca para dar lugar a la obscuridad y la inmovilidad. No lo concibo, no lo deseo, no me gusta ni siquiera pensarlo. Asimov, intuyó muy atinadamente la angustia que semejante pensamiento genera y escribió un cuento que retoma esta angustia e intenta brindarnos un consuelo. En su relato, un superordenador, protagonista de varias de sus historias, batalla durante eones para ofrecer respuesta a una pregunta que insistente le hacen los hombres: ¿podrá alguna vez ser revertida la entropía? Sospecho que impelido por el deseo de brindar consuelo a sus lectores, Asimov opta por un desenlace tan falso como reconfortante. Según él, la supercomputadora es capaz de ofrecer la respuesta esperada y, aunque para ese momento no existe ya ningún ser que pueda atestiguarla, el lector queda con el consuelo de la infinita serie no será interrumpida; todo comenzará y terminará una y otra y otra y otra vez. La historia no tiene fin, según este cuento. Desafortunadamente, sabemos que semejante cosa es improbable. Aunque teóricamente la entropía puede ser revertida, en los hechos (esos ogros de los físicos cuánticos) resulta imposible. La entropía aumenta inexorablemente en nuestro universo; hasta donde sabemos, nada puede hacerse al respecto. Llegará el momento en que esta alcance su punto máximo y todo se detenga. El universo habrá muerto.

Algunas madrugadas me despierto con la sensación de que los miles de millones de años que le restan a este universo, se consumen con una celeridad que no me afecta y que el fin está próximo. Yo seré testigo de la tragedia. La soledad de dichos momentos es inmensa, pero también la percepción de la magnitud de lo que me rodea. La angustia cede ante la tristeza. Comprendo que todo constituye una metáfora de mi propia muerte. Por extraño que parezca, esto resulta más tranquilizador que ninguna otra cosa.

Monday, July 17, 2006

ASTRO

Por lo general, uno tiende a ser prudente. Por supuesto que las características de esta prudencia suelen variar de individuo a individuo y son , en una muy buena medida, manufactura de la experiencia. Para tristeza de mis amigos románticos (¡Ah, singao hipócrita, confiesa: para tristeza de tu no tan moribundo Yo romántico!), la prudencia parece ser algo intrínseco a la vida. Simplemente, no somos afectos al arriesgue. Desde luego esto no implica que las rancias personalidades conservadoras puedan regalarnos, con base en la intuición recién planteada, una de sus sonrisitas de “yo siempre lo supe”. Sin innovación no hay historia, todo se limitaría a la monótona repetición de eventos en una serie de infinito tedio. La imprudencia es también, un elemento intrínseco a la vida, el motor de los grandes cambios; desafortunadamente para los inconformes con el mundo (casi siempre, sólo con nuestro mundo), los dados están cargados hacia la prudencia. La prudencia nos otorga estabilidad y a veces también, seguridad y confort. Desafiarla es una empresa sin otro sentido, que el del placer que proporciona su ejecución. El éxito importa poco para el que arriesga, por lo menos en lo que concierne a la toma de su decisión.

Aunque como recién he planteado, arriesgar no es una de las actividades de mayor popularidad, siempre existen zonas de disidencia, donde las anormalidades suelen tener algún éxito. Los afectos, esos elementos subversivos y madreadores, suelen constituir una de estas zonas. Aún dentro de este terreno, arriesgar suele ser una empresa destinada al fracaso. No obstante, el algunos casos la osadía llega a rendir frutos; "gracias" a ello es posible que leamos este insufrible texto.

A continuación, un producto de la imprudencia. El chisme se los debo.

* * *


-ASTRO-

Alta serpiente de luz
tu mirada.
Su imagen de plata
en el agua.
Lucero exiliado.

Vapores espesos cubren
tus ojos:
puertas inexpugnables,
vertederos del misterio.

Ente provisto de sueños,
yo contemplo
__________tu cabello
_____crespo,
hermoso,
bruno y profundo
_________como el sexo.
Inevitable tu cabello, así tu risa.

Tu risa
franca y sin concesiones,
tu risa desnuda,
incontenible y puntual.
Disfruto oír tu risa
estrellándose en los muros,
en el asombro, en mis oídos.

Y ese poema celeste
que llevas por nombre,

Luz mía,

cada letra una tea:
________fuera de su potencia
la noche es más noche.

Yo mastico tu nombre,
lo vuelvo oración,
silencio,
hiel,
blasfemia,
caricia,
eyaculación;
abrigo de una ilusión
___________que lleva tu nombre.

Monday, July 10, 2006

CHORO ESPECTACULAR

Desde hace tiempo tengo ganas de escribir sobre varios temas, pero no les hallo el modo: la lucha libre, la Sontang, la gente que se me ha ido, Bakunin, recuerdos de la infancia (los Thundercats, p. ej.), ñoñerías epistemológicas (aunque luego ni yo mismo me entienda o termine defendiendo justo lo que quería criticar). Entre mi caos mental, la farsa electoral ha traído a mi cabecita hueca, una y otra vez, una idea (un cognema, dicen los sabelotodos de los psicólogos sociales; un meme, dicen los buenos de Richard Dawkins y Alónimo): la sociedad del espectáculo. La sociedad del espectáculo es un concepto viejo, data de principios de los años 60s. Se refiere a un estadio de desarrollo avanzado, dentro de las sociedades industriales postcoloniales, cuya principal característica es ofrecer una especie de holograma de sí mismas, que no es percibido como tal por el observador y cuya creación es absolutamente impersonal (es una propiedad emergente del desarrollo de estas sociedades). La sociedad del espectáculo es un holograma que se transforma en un objeto “concreto” por obra y gracia de la credibilidad que le otorga el espectador. El espectador mismo se convierte en un holograma de sí mismo, un holograma que sigue las mismas reglas del mundo de imágenes espectaculares en que vive, hasta adquirir una realidad independiente de un referente concreto. La sociedad del espectáculo representa un mundo de imágenes que no exige como consecuencia de un mero fenómeno perceptivo, de una recepción pasiva de imágenes; la sociedad del espectáculo representa un mundo de imágenes que nacen, se desarrollan y extienden sus tentáculos con el único propósito de ser admiradas, asimiladas y perpetuadas. La imagen en una sociedad espectacular, pierde todo vínculo con el objeto, niega todo debate más allá de su lógica espectacular; no se interesa en negar una realidad objetiva, al contrario, refuerza la idea de un mundo objetivo, pero donde la imagen que el espectador (no el perceptor) recibe, ha de ser tomada de manera acrítica como real. La sociedad espectacular crea epistemología propias, epistemologías que la justifican y la entronizan como realidad no sujeta de intervención. Quisiera abundar sobre el tema, pero me falta claridad de ideas y voluntad para ir más allá de la sugerencia de que el show mediático que hemos presenciado durante los últimos días, es parte de los artilugios que constituyen su engranaje (o su paisaje). Traer a colación el tema electoral, aún enlazándolo con una miserable mención de su carácter espectacular, constituye tal vez (como Bombona sugirió, inintencionadamente, hace algunos días), la invasión del espectáculo mismo en un escrito que pretende criticarlo.

Monday, July 03, 2006

PEDACERÍA DEL OCIO


Fin y principio de semana sabor napolitano:

1) Eliminaron a la albiceleste, así que ahí murió mi pobre espíritu de aficionado pambolero. Lo que más me dolió es que los hayan botado en penales. ¿No se supone que los chés son invencibles en los penaltis? ¿Se acuerdan de
Goyco? Ese cuate era mi ídolo.

2) El espíritu La Academia-Bailando por un moco, la Sociedad del Espectáculo, se descaró en el IFE. Aunque pa´ las tres ratas ácratas que andamos jodiendo por chilangolandia no resulte del todo sorprendente, ese discursito adalramonesco del Sr. Presidente Ugalde resultó cómico-preocupante. Nomás le faltó decir: “y el ganador de la jornada electoral, que se llevará los recursos del país por los próximos seis años… ese ganador que contó con las simpatías de la gente en las casillas y que representa la voluntad de todo un pueblo y sus gestas heroicas… El ganador de la silla presidencial es… Se lo digo después de una pausa… (de aquí al miércoles)”. Pues va de nuez, las jornadas electorales son parte de los aparatos ideológicos del Estado; la forma en que la superestructura aceita el engrane de la infraestructura (y de sí misma). Los necios románticos siempre lo hemos dicho: votar es reforzar los barrotes de las prisiones ideológicas de la burguesía. Ahora, el grueso de la población anda sacadísimo de onda pensando en que le han robado el triunfo a su candidato o feliz de haber salvado al país del desastre, pero convencidísimos de que el caudillo de sus simpatías es o era la solución a su problemática. Con todo y que esto parece ya definido, deseo de corazón que el Peje repunte y se lleve la elección: que haya un pretexto menos para defender y confiar en el Poder y sus instituciones, que la gente se de cuenta de que el que manda, manda y el que obedece, obedece. Aunque suene a razonamiento foxiano. Los de arriba están ahí porque ponen sus pies sobre los de abajo. Así ha sido siempre y eso no cambia por decreto de Carlitos Abascal, ni por las correcciones políticas de la Izquierda Moderna y Sensata.

3) Estoy leyendo Las confesiones de
Jonathan Franzen y aunque aún no lo acabo, me parece un texto delicioso. No es que yo sea un anti-yankee, pero considero que este tipo es un buen jodedor. No sé si alguna vez alcanzará los niveles de Bukowski o de la Sontang, pero está chavo aún y va por muuuy buen camino.

4) Los
Caligramas no paran. Lo último: un texto del tremendo Luis David con viñetas del maestro Tlacuilo.

5) Más para recrearse la pupila: Sandrita Sandoval. Y su
blog también es hermoso. ; )

6) No sé por qué no había puesto estos temas a debate, pero he aquí un par de afirmaciones pa´ la discusión profunda: a) Hoy por hoy, no hay comentarista más inteligente y sexy en la caja idiota que
Fernanda (Quiero!!!) Solórzano. Lo malo (bueno, lo pior): trabaja para los porros de TV Azteca!!! b) El 99% de los varones heterosexuales odiamos a David Beckham. No todos por envidia, pero tal vez por sí, por un poquito de homofobia. Tantos cuidados personales no son de machines, joer!!! : P

7) Otra pregunta: ¿On tá la Big Blog Mama pa´ jalarle las orejas a sus
chamacos ?

Abrazos a tod@s y que logremos sobrevivir a la semana. Y sí, carajo, ¿por qué no? Un saludo de la porra ruda para Feli-pillo…

Aupá!!!