Friday, September 29, 2006

EL MUNDO ES UNA TETA


El mundo es una teta,
la teta una escalera al paraíso,
quien la trepa alcanza (¡Oh, alborozo!)
la joya que corona al planeta.

Relata el almirante este hallazgo
y yo, ante la evidencia, lo confirmo;
al ver tus opulentas tetas afirmo
lo que el genovés intuyó en algún letargo.

Redondez altiva que beso y alabo (yo de hinojos),
en su duplicidad intuyo el platónico sofisma:
el mundo es uno solo, tal cual vemos

y aunque dos sean los luceros, bien sabemos,
no son imagen y reflejo, como aquél afirma;
sino hemisferios que se muestran simultáneos a los ojos.


(Photo: Mick Payton)

Thursday, September 28, 2006

Rojeces...


Huummm... Por segunda vez en los últimos 11 años (que es lo mesmo que decir: por segunda vez en los últimos 4 meses) coincido con buena parte del texto de la banda zapa... ¡Qué lástima que la crítica a las incongruencias e imposturas de AMLO, no contenga una crítica a incongruencias e imposturas propias! ¿De verdad no hay nada que criticar al maridaje de años entre el PRD y el EZLN? ¿Olvidan su propio idilio con los intelectuales que hoy critícan? ¿Nada que decir sobre la convergencia con el Estado y la izquierda moderna y sensata (que hoy critican), durante la crisis universitaria de 99? ¿Nada que cuestionar a la organización jerárquica y a otros vicios autoritarios al interior del zapatismo? ¿Al propio caudillismo del Sup durante más de 12 años?
CLICK AQUÍ, PA´ LEER EL TEXTO ZAPA.

Monday, September 25, 2006

ENSOÑACIÓN

Cuando duermo, él despierta y recuerda y mueve mis dedos sobre el teclado y dice…

* * *

Conocí a Pedro Juan Gutierrez por obra y gracia de mi amigo Pelón y de Al, un delicioso personaje amigo de él y de Eu. Era la época en la cual yo aún era un estudiante bobalicón que abusaba frecuentemente de la hospitalidad de mis amigos. Ahora ya no soy más un estudiante. Aquella noche llegué de sorpresa, como siempre, justo en el momento en que los tres se disponían a hacerle los honores a un tremendo omelet de queso con hongos. Oportuno como siempre. Total que mientras cenábamos y yo me dedicaba a convencer al Pelón de que tenía que echarme la mano con mil y un proyectos que traía por entonces en mente, me fijé que el Al tenía junto a su plato un librito, con las altivas tetas de una negra adornando la portada. ¡Ah, carajo! Por supuesto que yo tenía que enterarme del asunto. Así que a la voz de pregunta y toma el objeto, le empecé a pasa el ojo al libraco. Perdido en tierra de nadie, se llamaba y a la mañana siguiente (me dormí tarde, pero acabé el libro) el que se hallaba en tierra de nadie era un servidor. Quedé encantado y confundido. Era un conjunto de historias viscerales, incómodas y adictivas. Además, tenían mucho sexo, gran cantidad de sexo, sexo sin escrúpulos, sexo divertido, sexo desprovisto de eufemismos, sexo duro, cojonudo dirían los compas andaluces. Y un madral de ironía. Puro material corrosivo para las certezas sobre las que me paraba por aquellos días. Pedro Juan Gutiérrez: un jodedor y un indeseable. Portavoz del desencantado que muchos (aunque no nos guste reconocerlo) llevamos dentro. No es un mal tipo, de hecho creo que se podría decir que el cubano amargoso tiene un buen corazón; el problema es que la realidad le ha pasado la factura por una juventud demasiado apegada a los dogmas de una islita que lo es por partida doble (o triple, ya no sé).

Hoy día sigo leyendo a Pedro Juan con la misma mezcla de placer y estupor que me causó aquella primera vez. Desafortunadamente los años maravillosos se han acabado. No veo más al Pelón y por ciertos motivos, creo que es lo mejor que pudo haber pasado, al menos bajo las circunstancias actuales. Deseo de todo corazón que se encuentre bien. Eu y yo cada día estamos más alejados, lo cual me duele muchísimo; me siento totalmente responsable por esa distancia, pero la vida (supongo) es así y yo soy un ojete (estoy seguro). Los extraño a ambos y también a Al, aunque nunca fuimos muy cercanos. Extraño aquellas noches en su casa, las discusiones que se prolongaban hasta la mañana, sin que importase el trabajo (o la escuela) al día siguiente. Extraño su hospitalidad, aquella salita, el vino, los periódicos, el jazz, los libros, los proyectos, la pasión; mi pasión y mi inocencia. Extraño la paciencia, la claridad y la amistad del Pelón. Extraño el cariño de hermanos que Eu y yo nos teníamos y demostrábamos. Sé que los dos me quieren, pero se también que la distancia y el silencio son capaces de generar heridas tan profundas como las que hacen las palabras. Intuyo que algún día hemos de reencontrarnos. Desafortunadamente será uno por uno, no de manera simultánea.


Dejo un poema de Pedro Juan que me gusta mucho.


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Espléndidos peces plateados
(Pedro Juan Gutiérrez)


En el ojo del huracán
la luna parpadea sobre los espléndidos peces plateados
que saltan en el océano.
La mariposa fulgurante,
la florecilla roja que se desgrana,
pero la casa se me cae a pedazos.
En el centro de la tormenta
una cucharada de arroz seco.
Ahora o nunca, Moby Dick.
Jamás compro el boleto de regreso.
Sin anestesia, Jonás.
Entre el vientre enorme,
enciende una vela y quédate tranquilo.
Puedes orar o masturbarte.
Haz lo que quieras, o lo que puedas.
Nadie te verá.
Todo quedará entre tú y Dios.
Y él sabe comprender
a los que a veces nos masturbamos.
Tristemente. Solitariamente.
Agarramos nuestro sexo y lo frotamos
y lo frotamos. Y nos perdemos algo mejor.
Seguramente nos perdemos algo mejor.
Por miedo tal vez.
Por soledad.
Por tristeza de la luna.
Lo frotamos y lo frotamos.
Ah, Moby Dick,
¿qué sabes tú de masturbaciones solitarias?
¿qué sabes tú de esperar y esperar?
De estar en el fondo.
Aquí en el ojo del huracán, pisoteado.
Con una venda sobre la boca. Una venda gruesa.
Con las manos amarradas a la espalda,
hambreado.
Y ya sin saber cómo los peces plateados saltan en el océano
en estas noches de luna llena.
Espléndidos peces plateados que yo no veo.
Te repito:
espléndidos peces plateados que ya no puedo ver.
Espléndidos peces plateados sigan saltando. No escuchen
los gemidos de amor y desolación
de los infelices que se masturban y oran
en el vientre de la ballena.

Friday, September 22, 2006

Orden del día...


1.- El único punto en el orden del día es la propuesta del compañero Ícaro, para linchar al extraño numen que se apodera ocasionalmente de él y lo hace escribir burradas.

A favor: Ícaro.

En contra: nadie.

Votación fraudulenta: a wilson.

Por unanimidad se aprueba el linchamiento.
¡¡¡Buuurrrrrrrrrrrooooo!!!

:p



Monday, September 18, 2006

ARREPENTIRSE

Querida Xastur:

Hace dos (tal vez tres) semanas, recordé muchísimo una conversación que sostuvimos hace algún tiempo. En aquella ocasión me comentaste que una de las cosas que más te incomodaban del cristianismo, era la idea de la salvación del alma a través del arrepentimiento, de último momento, de los pecados cometidos. Sin entrar en la discusión acerca de la validez del concepto pecado, yo agnóstico y contradictorio como soy, me entregué a la defensa de la posibilidad incómoda. Como tú, creo, comparto la idea de que los individuos deben asumir la responsabilidad de sus actos. Como muchos otros, me molesta la idea de que las personas se arrepientan (sobre todo cuando este arrepentimiento es dudoso) de sus actos; en cierta medida, encuentro en el arrepentimiento una dosis de cobardía, por decir lo menos. No obstante, también te comenté en aquel momento, que el arrepentimiento del que hablan los cristianos, es el arrepentimiento sincero por los errores cometidos, un arrepentimiento carente de aspectos utilitarios (la salvación del alma, en este caso), un mero reconocimiento al final de la vida del carácter inadecuado de algunas o la totalidad de las acciones individuales, bajo los parámetros de la doctrina que el creyente sustenta. Obvio, yo no comparto para nada dichos parámetros (los del cristianismo, o los de cualquier otro sistema religioso), pero lo que defendía en aquel momento era la idea de que fuesen cuales fuesen los parámetros hechos propios, el valor de someter a un balance final los actos que constituyen eso que llamamos vida y sobre todo, el reconocimiento del carácter desfavorable de tal evaluación, merecía (merece) al menos el reconocimiento de ese acto de honestidad. Por cierto querida, no sólo es honestidad lo que implica dicho acto: se requiere también valor. Valor para asumir los resultados de un examen, a sabiendas de que casi con seguridad, nada podrá ya hacerse para modificar la consecuencia de nuestras acciones. Reconocer esto es soportar el terrible peso de lo que implica la irreversibilidad y el carácter irrepetible de la historia, algo que según mi opinión de lego, Kundera no supo reconocer en su celebérrima obra. Retomo esta conversación, con motivo del escándalo que dio pie al linchamiento público de Günter Grass. Como sabes, Grass nunca ha sido santo de mi devoción. No es raro por lo tanto, que desde mi punto de vista, la condena a su pasado nazi se encuentre más que justificada: más aún si como creo entender, la confesión de Grass no implica ninguna autocrítica a su pasado. Dicha crítica, que según mis propias filias y fobias, debiese de haber acompañado a su publicitada confesión, no me lleva (y en esto difiero con la mayoría de sus neo-críticos) a minimizar el valor de un reconocimiento hecho a sabiendas de la tormenta que seguramente Grass intuía, se habría de desatar sobre su persona. Entiendo, insisto, las críticas al pasado nazi de Grass; lo que no comparto, es la crítica de más de uno a la confesión del viejo, aún cuando esta se haya tardado más de medio siglo. Grass ha tenido el valor de dar a conocer un pasado marcado por la siniestra sombra del nazismo. Condenar su reconocimiento, es alentar la cobardía. Más vale tarde que nunca, dice el dicho y por lo menos en este caso, me parece atinado. Por eso mismo, espero que la muerte no encuentre a Grass antes de que este se anime a dar a conocer el balance subjetivo de sus actos. No es su obligación hacerlo público, por supuesto, pero si creo que sería encomiable.

Me interesa saber tu opinión al respecto, sobre todo siendo Grass el aludido.

Con cariño:

Ícaro.

Pd. Por supuesto, no es sólo la opinión de Xastur la que me interesa; ya modifiqué el asunto de los comments, espero no haber hecho perder demasiado tiempo a alguien. Abrazo a todos.
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Wednesday, September 13, 2006

Guiño...

Leyendo por algún lado Howl, me acordé de este poema que el buen Ferlinghetti le dedica a Ginsberg. Aqui lo dejo, por si alguien desea echarle un ojito...

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HE

(To Allen Ginsberg)

HE IS ONE OF THE PROPHETS come back
He is one of the wiggy prophets come back
He had a beard in the Old Testament
but shaved in off in Paterson
He has a microphone arround his neck
at a poetry reading
and he is more than one poet
and he is an old man perpetually writing a poem
about an old man
whose every third thought is
Death
and who is writting a poem
about an old man
whose every third thought is Death
and who is writing a poem
Like the picture on a Quaker Oats box
that shows a figure holding up a box
upon which is a picture of a figure
holding up a box
and the figure smaller and smaller
and further away each time
a picture of shrinking reality itself
He is one of the prophets come back
to see to heat to file a revised report
on the present state
of the shrinking world
He has buttonhooks in his eyes
with which he fastens on
to every shoestring rumor
of the nature of reality
And his eye fixes intself
on every stray person or thing
and waits form it to move
like a car with a dead white mouse
suspecting it of hiding
some small clew to existence
an he waits gently
for it to reveal itself
or herself or himself
and he is gentle as the lamb of God
made into mad cutlets
And he picks up every suspicious object
and he picks up evey persons or thing
examining it and shaking it
like a white mouse with a piece of string
who thinks the thing is alive
and shakes it to speak
and shakes it alive
and shakes it to speak
He is a cat who creeps at night
and sleeps his buddhahood in the violet hour
and listens for the sound of three hands about to clap
and reads the script of his brainpan
his heiroglyph of existence
He is a talking asshole on a stick
he is a walkie-talkie on two legs
and he holds his phone to his ear
an he holds his phone to his mouth
and hears Death Death
He has one head with one tongue hung
in the back of his mouth
and he speaks with an animal tongueand man has devised a language
that no other animal understands
and his tongue sees and his tongue speaks
and hos own ear hears what is said
and clings to his head
and bears Death Death
and he has a tongue to say it
that not other animal understands
He is a forked root walking
with a knot-hole eye in the middle of his head
and his eye turns outward and inward
and sees and is mad
and is mad and is sees
And he is mad eye of the fourth person singular
of which nobody speaks
and he is the voice of the fourth person singular
in which nobody speaks
and which yet exists
with a long had and a foolscap face
and the long mad hair of death
of which nobody speaks
And he speaks of himself and he speaks of the dead
of his dead mother and his Aunt Rose
with their long hair and their long nails
that grow and grow
and they come back in his speech without a manicure
And he has come back with his black hair
and his black eye and his black shoes
and the big black book of his report
And he is a big black bird with one foot raised
to hear the sound of life reveal itself
on the shell of his sensorium

and he speaks to sing to get out his skin
and he pecks with his tongue on the shell of it
and he knocks with his eye on the shell
and sees light light and hears death death
of which nobody speaks
For he is a head with a heads vision
and his is the lizards look
and his umburronded visions is the door
in which he satands and waits and hears
the hand that knocks and claps and claps and knocks
his Death Death
For he is his own ecstatic illumination
and he is heis hallucination
and he is his own shrinker
and his eye turns in the shrinking head of the world
and hears his organ speak Death Death
a deaf music
For he has come at the end of the world
and he his the flippy flesh made world
and he speaks the word he hears in the flesh
and the word is

Death

Friday, September 08, 2006

MÁS BERRINCHES...

Como todo necio, lo que más me molesta observar en el otro es mi imagen. Ya he hablado en otras ocasiones al respecto. Ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. D. me provocó el otro día con una afirmación urticante: todo mundo tarde o temprano te decepcionará. Aunque mi romanticismo me impide adherirme a su afirmación, tuve oportunidad de comprobar los fundamentos de ella anteayer por la tarde, mientras vagaba por la matrix: Eldridge Cleaver es el responsable de este chasco. Ex-convicto, autor de un par de libros, articulista furibundo, ex-ministro de información del partido pantera negra, perseguido político del gobierno racista de Ronald Reagan cuando este era gobernador de California (pinche California, junto con Texas concentra la mierda más apestosa del Imperio), el singao negro me ha regalado una decepción comparable a la que siento cuando leo al Paz de los 80 y 90´s y lo comparo con mi querido Octavio de los años 30, 40 y 50´s.

El asunto es el siguiente: Eldridge Cleaver, perseguido político de finales de los 60´s, abandona la América racista que lo perseguía e intentaba asesinarlo cada 15 días y se larga como prófugo, errando por varios países y manteniéndose en diversas luchas anticolonialistas-imperialistas hasta llegar a Francia. Después de algún tiempo, el cabrón negro regresa a América como un cristiano renacido y se declarado enemigo de las drogas, los movimientos armados y las flatulencias, para terminar arrastrándose por una candidatura al senado por el partido republicano.

Me importa un bledo la normalidad del asunto o las demostraciones acerca de la naturaleza humana detrás de su comportamiento; desde ahora cada vez que piense en el Eldridge Cleaver que regresó a América, pensaré en un marica que se bajó los pantalones después de haber proclamado a los cuatro vientos que sus posiciones eran irreductibles. Sé que no es ni el primer, ni el último radical que termina militando en el bando de sus enemigos de la juventud-adultez temprana, ejemplos de ello abundan en la polaka mexicana, pero la verdad es que este cabrón me duele porque pese a las profundas diferencias entre su pensamiento y el mío, Cleaver me parecía hasta hace unos días un negro con muchos güevos. Cleaver fue un tipo que como otros afroamericanos de entonces y ahora, estuvo condenado a la marginación y a la hijoputería durante los primeros años de su vida. La experiencia de su primer encierro lo transformó radicalmente y lo hizo comprometerse con la lucha del pueblo negro por sacudirse el yugo colonialista al interior de los Estados Unidos de América. Fue promotor activo de los grupos de autodefensa ante las embestidas de los cerdos racistas de la policía del estado de California. Convocó a la creación de los Estados Unidos Africanos (afroamericanos) y fue recibido en diversos países como representante legítimo de un pueblo con derecho a ser reconocido. Dio vida a las palabras expresadas por Marcus Garvey, Malcom X, Stokely Carmichael, Franz Fanon, Ernesto Guevara y sobre todo a la voz de un pueblo humillado por los intereses económicos y los prejuicios raciales de los poderosos.

Soy predecible y visceral, quien me ha escuchado una vez me ha escuchado todas las veces. Eldridge Cleaver murió en 1998, al menos eso reportan sus biógrafos. Para mí Cleaver murió, como el mismo declaró alguna vez, durante una emboscada en Oakland, al lado de un joven compañero del partido de los panteras negras. El Cleaver que regresó a los Estados Unidos Fascistas era sólo su cadáver, un espantapájaros, una caricatura del negro colosal que cimbró los cimientos del Imperio e hizo cagarse de miedo a los gendarmes y gerentes del poder oculto de la América neo-nazi. No sé si yo mismo algún día termine como Cleaver, tal como predijo hace algunos años uno de mis entrañables críticos; de lo que estoy absolutamente seguro al momento de escribir esto, es de que no quiero terminar mis días siendo un puerco más de la piara abusiva que aún hoy, me produce tanto odio.

Monday, September 04, 2006

R. V.

Hay dolores que nunca cesan, alegrías que los alimentan y días en los cuales el fuego de los recuerdos arde con mayor intensidad... eso también es la vida.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

LUZ

Guardo en el corazón una sonrisa,
no es tu sonrisa la que guardo.
La sonrisa
eres Tú.