Cuando duermo, él despierta y recuerda y mueve mis dedos sobre el teclado y dice…
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Conocí a Pedro Juan Gutierrez por obra y gracia de mi amigo Pelón y de Al, un delicioso personaje amigo de él y de Eu. Era la época en la cual yo aún era un estudiante bobalicón que abusaba frecuentemente de la hospitalidad de mis amigos. Ahora ya no soy más un estudiante. Aquella noche llegué de sorpresa, como siempre, justo en el momento en que los tres se disponían a hacerle los honores a un tremendo omelet de queso con hongos. Oportuno como siempre. Total que mientras cenábamos y yo me dedicaba a convencer al Pelón de que tenía que echarme la mano con mil y un proyectos que traía por entonces en mente, me fijé que el Al tenía junto a su plato un librito, con las altivas tetas de una negra adornando la portada. ¡Ah, carajo! Por supuesto que yo tenía que enterarme del asunto. Así que a la voz de pregunta y toma el objeto, le empecé a pasa el ojo al libraco. Perdido en tierra de nadie, se llamaba y a la mañana siguiente (me dormí tarde, pero acabé el libro) el que se hallaba en tierra de nadie era un servidor. Quedé encantado y confundido. Era un conjunto de historias viscerales, incómodas y adictivas. Además, tenían mucho sexo, gran cantidad de sexo, sexo sin escrúpulos, sexo divertido, sexo desprovisto de eufemismos, sexo duro, cojonudo dirían los compas andaluces. Y un madral de ironía. Puro material corrosivo para las certezas sobre las que me paraba por aquellos días. Pedro Juan Gutiérrez: un jodedor y un indeseable. Portavoz del desencantado que muchos (aunque no nos guste reconocerlo) llevamos dentro. No es un mal tipo, de hecho creo que se podría decir que el cubano amargoso tiene un buen corazón; el problema es que la realidad le ha pasado la factura por una juventud demasiado apegada a los dogmas de una islita que lo es por partida doble (o triple, ya no sé).
Hoy día sigo leyendo a Pedro Juan con la misma mezcla de placer y estupor que me causó aquella primera vez. Desafortunadamente los años maravillosos se han acabado. No veo más al Pelón y por ciertos motivos, creo que es lo mejor que pudo haber pasado, al menos bajo las circunstancias actuales. Deseo de todo corazón que se encuentre bien. Eu y yo cada día estamos más alejados, lo cual me duele muchísimo; me siento totalmente responsable por esa distancia, pero la vida (supongo) es así y yo soy un ojete (estoy seguro). Los extraño a ambos y también a Al, aunque nunca fuimos muy cercanos. Extraño aquellas noches en su casa, las discusiones que se prolongaban hasta la mañana, sin que importase el trabajo (o la escuela) al día siguiente. Extraño su hospitalidad, aquella salita, el vino, los periódicos, el jazz, los libros, los proyectos, la pasión; mi pasión y mi inocencia. Extraño la paciencia, la claridad y la amistad del Pelón. Extraño el cariño de hermanos que Eu y yo nos teníamos y demostrábamos. Sé que los dos me quieren, pero se también que la distancia y el silencio son capaces de generar heridas tan profundas como las que hacen las palabras. Intuyo que algún día hemos de reencontrarnos. Desafortunadamente será uno por uno, no de manera simultánea.
Dejo un poema de Pedro Juan que me gusta mucho.
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Espléndidos peces plateados
(Pedro Juan Gutiérrez)
En el ojo del huracán
la luna parpadea sobre los espléndidos peces plateados
que saltan en el océano.
La mariposa fulgurante,
la florecilla roja que se desgrana,
pero la casa se me cae a pedazos.
En el centro de la tormenta
una cucharada de arroz seco.
Ahora o nunca, Moby Dick.
Jamás compro el boleto de regreso.
Sin anestesia, Jonás.
Entre el vientre enorme,
enciende una vela y quédate tranquilo.
Puedes orar o masturbarte.
Haz lo que quieras, o lo que puedas.
Nadie te verá.
Todo quedará entre tú y Dios.
Y él sabe comprender
a los que a veces nos masturbamos.
Tristemente. Solitariamente.
Agarramos nuestro sexo y lo frotamos
y lo frotamos. Y nos perdemos algo mejor.
Seguramente nos perdemos algo mejor.
Por miedo tal vez.
Por soledad.
Por tristeza de la luna.
Lo frotamos y lo frotamos.
Ah, Moby Dick,
¿qué sabes tú de masturbaciones solitarias?
¿qué sabes tú de esperar y esperar?
De estar en el fondo.
Aquí en el ojo del huracán, pisoteado.
Con una venda sobre la boca. Una venda gruesa.
Con las manos amarradas a la espalda,
hambreado.
Y ya sin saber cómo los peces plateados saltan en el océano
en estas noches de luna llena.
Espléndidos peces plateados que yo no veo.
Te repito:
espléndidos peces plateados que ya no puedo ver.
Espléndidos peces plateados sigan saltando. No escuchen
los gemidos de amor y desolación
de los infelices que se masturban y oran
en el vientre de la ballena.
12 comments:
Hola Icarín melancólico,
Te diré que te entiendo, pues el sentimiento de añorar viejos tiempos con gente agradable, parece inevitable. Y en este caso te diré que yo no fui la ojete ni la vale madres (al menos al principio), sino aquellos que prefirieron el matrimonio (aunque no feliz en todos los casos)y la maternidad.
En fin sabes? muchas veces cuando veía sex and the city, me entraba un poco de nostalgía de recordar que por mucho tiempo tuve amigas así, es decir que no importaban los novios o las familias, simpre teníamos tiempo para nosotras. Pero bueno eso parece ya terminó, aunque también te puedo decir que es padre acordarse de todos los buenos ratos y olvidarse de lo demás. Búsca llenar esos espacios haciendo lo que más que te guste o incluso búsca (o espera) nuevas amistades (aunque esto último al menos a mi me ha resultado muy difícil).
En fin, aunque yo haya llenado mis espacios vacíos agenciandome múltiples actividades, y aunque te parezca que siempre estoy ocupada, ya sabes que cuando quieras charlar (o tomar vinito, o quesito o llorar jeje...) SÓLO TIENES QUE DECIRLO DIRECTAMENTE.
Yo
Ahhhh aclarado el punto de Herman Hesse, (que no sé porqué le tienes tan mala voluntad) ya te puedo decir rápidamente que pienso:
1. Desafortunadamente es de humanos demasiado humanos arrepentirse de ciertas acciones (hasta yo me he arrepentido).
2. Estoy de acuerdo contigo al decir que los arrepentimientos públicos de personajes que han dejado huella en la historia deberían ir acompañados de una autocrítica, pues aunque ciertamente el daño ya es irreparable, en teoría déberíamos tomar el ejemplo como una autoreflexión.
3. Me parece absurdo el arrepentimiento cristiano, pues no creo que los que lo hayan hecho, fuese por verdadera preocupación de lo hecho; simpre va el interés de irse derechito al cielo.
4. De los arrepentimientos que se me hacen más cobardes y vergonzosos, son aquellos de pareja, esos de arrepentirse por no haber hecho esto o aquello por tal persona... ya sabes.
5. Ciertamente, tendriamos que ser responsables de nuestras acciones y las consecuencias en todo momento; el problema creo yo, es que a veces (no siempre)los padres, desde pequeños nos educan con ideas medio moralistas, de no hagas esto, no hagas aquello, no estudies eso porque... no, no vayas a la fiesta, no tomes, no fumes, no, no, etc, etc... entonces pienso yo que entre más se cuarten las libertades de pensar por sí mismo las consecuencias de nuestras acciones desde pequeños, cuando crecemos no somos muy capaces de enfrentar los resultados de nuestros actos.
Bueno espero no haber muy chorera.
Adiosin
Yo
Felicidades por ya no ser un estudiante más y bienvenido a las filas del desempleo. Jajajajaja. Y claro, sólo tú podrías terminar un gran libro de un sólo jalón. Jajajaja Sí tus tareas... bueno, eso no lo debe de saber la gente, y miren que soy divulgador, jajajaja.
Los amigos del pasado que deseamos en el presente. Pero tú lo has dicho eres una persona... Y sin embargo se te aprecia por todo lo que sos.
Xastur: Lo de Hess es una burrada que me perseguirá el resto de mi laaarga vida, aunque tampoco era el eje del mentado post. Yo insisto en que ese arrepentimiento cristiano que te parece absurdo, no es tal; por eso el mentado perdón divino no es gratuito. Coincido con esa fusión libertad-responsabilidad, aunque se que es algo extremadamente difícil y como todo lo difícil, algo que en muchas ocasiones se trata de evitar. Sex & the city (guste o no) nos embarró a muchos en algún momento, ni modo. Extraño mucho, pero también disfruto mucho de la gente que aún está a mi lado (aunque parezca que no).
Buca: el irrecuperable pasado. El presente nunca suficiente. El eterno quejumbroso. Se te quiere weee...
Se les quiere.
està graciosòn el poem... no opino mucho... sigo siendo estudiante y desempleada al mismo tiempo...
mmm.... creo que quiero empedarme... bu!
abraxou, comme toujours
arrrrrgh!!... tu blog me odia... es definiivo..
nomás no pueod postear.. ya me enojé..
Pero si hasta posteas doble!!!
:p
Besos.
1.- curioso, pero en últimas fechas me he encontrado pensando en P. Juan muy seguido. ¿porq será?
2.- ya, confiesa quien es tu Gloria y quien es tu Agneta.
3.-esas charlas hasta el amanecer SIEMPRE serán añorables, pero seguro habrá miles esperandote
4.- CREO QUE POR LO PRONTO Y TAL VEZ EN MUCHOS AÑOS NO TE ABANDONARÉ, POR LO MENOS NO POR MATRIMONIO O HIJOS, JEJEJE
Viejos amigos y amistadas perdidas en el inmenso mar de lo cotidiano.
Pero en el fondo: ¿qué harías si pudieras conservar a tu lado a toda la gente que ha compartido tus momentos?
Los perderías de vista por falta de tiempo. Son muchos.
un abrazo
C.A.: Pues claro, porque el matrimonio y los hijos serán conmigo, ja, ja.
Luis David: que linda y que triste, la falta de tiempo para atender a tod@s aquell@s que han dejado huella!!! Supongo que en este caso más vale que falte y no que sobre.
Abrazo a ambos.
aaaaaaargh!... pues ayer en la noche de nuevo lo intenté y temina mandándome a la gomeishion y cuando no escribo mi texto maestro, entonces sí...
bu!..
anyway... la pregunta es ¿qué otra rareza está por venir?
Athewita: A mi me ha pasado varias veces. Ese Blogger es un glotón, siempre se traga los mejores frutos de nuestro intelecto!!!
Besos.
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