Thursday, August 24, 2006

PAPALOTES MENTALES

Choro, choro, choro… : p

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Cada día estoy más confundido, en todos los aspectos. Por lo tanto, mis miedos crecen y crecen. Apenas y puedo reconocerme. Día con día me voy entregando a pasiones que siempre había tratado de mantener a raya. El odio por ejemplo. ¡Hay tantas cosas que son capaces de producir en mí un odio sincero! Muchas de ellas están en mí, pero la mayoría pertenecen al mundo externo. Poco a poco me voy acostumbrando a odiar más y a amar menos. Aún así me aferro a la vida, aunque en realidad la viva poco y más bien la sobreviva. Casi siempre ando en automático. Soy una especie de rata de laboratorio: llevo a cabo mis tareas y recibo una galletita rancia de vez en cuando, muy de vez en cuando. Es posible que un día de estos me dejen morir de hambre. No me importa. No lo suficiente como para hacer algo al respecto. No es que quiera morir, pero tampoco intento posponer el momento; me limito a seguir adelante. Hoy por la mañana me tuve que levantar de nuevo. Bueno, nadie me obligó, pero esto tampoco importa. Era tarde como siempre y me sentía desanimado. No tuve ánimos para salir a correr. Tenía frío. Por lo menos en algo no he cambiado, sigo fiel a algunas costumbres: un día de ejercicios, por tres de descanso. En fin. Prendí la televisión, puse las noticias y le di fuego a un tabaco; la voz chillona de la reportera me parecía insoportable, así que mejor me fui a meter al baño. Otra vez estreñido. Levantarme con la sensación del acelere me caga, pero no ayuda mucho. Como ya es costumbre no desayuné y me salí hecho la madre para el trabajo. Iba encabronado por la hora y el hambre. Cómo si el mísero e inestable salario que gano fuese un estímulo razonable para llegar a tiempo. Nada de lo que hago tiene sentido. Nadie me exige estar a cierta hora, no tengo que checar tarjeta; aún así voy casi corriendo para llegar antes que el jefe. Estoy seguro de que si me limitase pasar un par de veces por la galera, una por la mañana y otra por la tarde, nadie notaría mi ausencia. Pura mierda. Aún así, sigo moviendo la cola cada vez que mi amo se digna a mirarme. A veces quiero pensar que sólo finjo, pero la verdad es que ya son varias veces que me sorprendo en el automatismo de estos ejercicios indignos. En fin. Nadie me nota y tal vez hacen lo justo. Yo mismo creo que no hago nada que merezca ser notado. Sólo soy otro idiota que intenta parecer inteligente y actúa como si los suyo fuese lo más importante del mundo. Afortunadamente todavía me doy cuenta de esto último y procuro evitarlo. Lo otro es asunto perdido, he abandonado el campo de batalla. No puedo estar al pendiente siempre, el desgaste es tremendo: 16 horas al día vigilando que el enano idiota que llevo adentro no se apodere de mí y me haga abrir la bocota para suplicar un poco de reconocimiento. El día transcurre monótono, mucha gente pasando cerca de mí y gritando para todo. Me dedico a buscar información en la Matrix, a platicar por el Messenger, a modificar un reporte que tengo que entregar en una fecha no definida y probablemente irrelevante y a fumar para joder a mis sanísimos compañeros. Soy el último galeote en marcharse, cuando ya todo está en silencio. Me subo al metro y regreso a casa. Trato de evitar la mirada del mariquita del asiento de enfrente. Una voz repite sin tregua: la haine, la haine, la haine. Llego a casa, ceno rápido y prendo la tele. Pronto me quedo dormido. A eso de las 3 a.m. despierto con una erección tremenda y una apatía invulnerable. Repto hacia el escritorio y prendo la computadora. Abro mi blog. No tengo ánimos para buscar pornografía esta noche.

Monday, August 07, 2006

REPOSTEAR.

Sí, sí... yo sé que es bien chafa postiar dos veces el mismo texto, pero de todos modos lo pongo por los que no acostumbran pasar por Caligramas (que por cierto está bien bueno!!!). ; )

Saludos con cariño pá tod@s .

Pd. El post original iba acompañado de una de las bellas imágenes de Sandra. Pueden verla junto con otras imágenes y textos, menos malos que este, si dan click sobre el poemita. Ora sí, hasta pronto.

*****************************************************

BOSQUE

Una sombra vegetal,
melancolía provista de alas,
se hincha, revienta y se desborda
-ente sin contorno-
en el teatro de mis sueños.

Un bosque que es un cuerpo,
Pueblo y manicomio de mis miedos.
Árboles que son espectros,
ramas anudadas como venas,
hojas que son muertos;
momentos, deseos de unas breves horas.

Un bosque inmóvil:
presencia pétrea que exhala
vapores de angustia
sobre mis párpados insatisfechos.
Un espacio sin fronteras,
opresivo,
laberinto sin misterios.
Contemplación que es goce y suplicio.

Un bosque,
ejército de sombras,
se apodera de mis sueños.

Tuesday, August 01, 2006

Otro petardo.

Uno de mis selectos (y yo creía ya extraviado) conocidos, se apareció de la nada y me compartió este texto que me recuerda mis energéticos días de militancia. Como siempre me han gustado los escritos incómodos, lo posteo y espero las mentadas que con gusto remitiré al autor, si es que no se hace ojo de hormiga otros tres años. Va pues.
P.d. Creo que el texto ya apareció por otro lado. Sólo espero que el freak en cuestión no le haya puesto copyright y me demande luego por andar posteando con sombrero arrebatado. ; )
***************************************************
SOBRE LA CONTIENDA ELECTORAL EN MÉXICO

Por Obx.


En diversos dominios de la red han comenzado las referencias a una carta escrita por los intelectuales de la izquierda funcional y a una editorial del periódico mexicano La Jornada. En ambos escritos se hace una condena, más o menos severa, de los plantones ordenados por el candidato de la izquierda a la presidencia de México, el pasado domingo. Esta mañana, durante la emisión de cada uno de los cuatro espacios de adoctrinamiento masivo (i.e. noticiarios) que oferta la televisión abierta, los airados representantes de al menos tres distintas organizaciones empresariales hicieron su propia condena a los bloqueos. Adicionalmente, el payaso que sustituye al ex-payaso-conductor-de-noticiario (otra vez i.e. Victor Trujillo) se desgañitaba pidiendo el uso de la fuerza pública. Ante tan sorprendente coincidencia (es ironía, por supuesto), me decidí a escribir esto. Si los distinguidos representantes de estas tres fuerzas se unen, es que hay algo interesante en el asunto.

No quisiera unirme a las críticas por el cierre de las vialidades ordenado por AMLO. Sin embargo, he venido haciendo algo muy parecido desde el domingo por la tarde cada vez que tengo la oportunidad: criticar a AMLO y su corte, que no al bloqueo-campamento. No es que coincida con la COPARMEX o con el Monsi o Carlitos Payán, en que esto constituye un atentado a los derechos de la ciudadanía o un agravio en contra de la Ciudad de México. ¿Se sentirá muy ofendida la ciudad? No me interesa. Lo que me parece destacable de todo esto y que en todo caso es lo que yo celebro, es la pequeña bofetada que durante estos dos días de bloqueo se ha llevado el sector empresarial. No porque piense que el tibio y nada espontáneo bloqueo vaya a ocasionar la ruina de los poderosos jeques después de sólo un par de días de pérdidas, sino porque sé que para esa selecta colección de parásitos, perder un peso por motivos no contemplados por sus asesores financieros los hace cagarse de coraje. De manera contraria a lo que opina el triunvirato Intelectuales-La Jornada-Empresarios, no creo que el bloqueo sea un atentado en contra de la ciudad, las clases populares o la libertad de los ciudadanos. Las clases populares viajan en transporte público y pueden llegar a Reforma y al Centro por diversas vías. Los que realmente se ven afectados son aquellos que forzosamente tienen que llegar a sus centros de trabajo sobre el Paseo de la Reforma y no saben emplear otro medio de transporte que sus autos de lujo. La pequeña burguesía sabe adaptarse a todo, incluyendo dejar el automóvil en casa. La libertad de los ciudadanos tampoco se ve afectada porque no existe. Su libertad es la libertad del mercado: compra Coca o Pepsi. Ni siquiera su libertad de tránsito, que consiste en poder desplazarse del Starbucks al Cinemark. Critico la doble moral de la “izquierda” funcional y sus aliados, que hoy apoyan lo que en su momento condenaron e incluso, atacaron con furia. ¿Olvidamos ya que fueron los gobiernos perredistas de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles los que en su oportunidad reprimieron duramente las manifestaciones que bloquearon por unos minutos (si, por unos minutos, no por dos días) el periférico o el Paseo de la Reforma? ¿Olvidamos que fue el gran aliado de AMLO, el rector Juan Ramón de la Fuente, el que tomó posesión de sus oficinas apoyado por la paramilitar Policía Federal, desalojando y mandando a la cárcel a los bárbaros que se habían apoderado de la sacrosanta universidad para poner un freno a la represión y la mercantilización al interior de la misma? ¿Olvidamos que durante una protesta (de Greenpeace creo) en el Ángel de la Independencia, el comandante Gabriel Regino (subjefe por aquellos días de la jauría policiaca) recibió instrucciones de AMLO y su secretario de seguridad pública, Marcelo Ebrad, para desalojar a como diera lugar a los manifestantes? ¿Olvidamos que fue el amarillísimo gobierno de izquierda el que mandó traer a Rudolf Giuliani para aplicar la Tolerancia Cero en la Ciudad de México? He ahí lo condenable. A mi me importa un coño que la sucesión presidencial sea armónica y tersa, como andan promoviéndolo los editorialistas de La Jornada. ¡Que por lo menos algo se le complique al nuevo títere de los grandes capitales! Muchos argumentarán que los que van a pagar los costos son los ciudadanos si esto se sale de control. Los oprimidos llevan siglos pagando de una u otra forma los costos de todo. ¿Qué más da? La posibilidades de una situación como esta valen la pena.

Lo más seguro es que como siempre no pase nada. Sea cual sea el fallo del tribunal todos acabaran negociando su futuro político. Este movimiento adolece de espontaneidad y autonomía, está prácticamente muerto, como lo comprueban los solitarios “campamentos de resistencia.” Pero donde las masas se mueven se mueven las pasiones y donde hay pasiones merodea siempre lo impredecible. En la agitación social, la tensión crece, la polarización aumenta, las contradicciones del sistema comienzan a escaparse de las profundidades en las que han sido ocultadas. Aunque como Ricardo Flores Magón, también yo soy enemigo de las masas, coincido con una de las tesis fundamentales del camarada A. M. Bonanno con respecto a que la indignación contenida en los movimientos populares, puede elevar las tensiones al máximo y desencadenar los cambios sociales.

Alguien ha escrito en algún lugar, una intuición improbable y a la vez alentadora: a los líderes del movimiento “el poder se les va a salir (tarde o temprano) de las manos.” La teoría y la experiencia señalan que, dentro de todo movimiento reformista, existen militantes sinceros (llamados también bases) que desean algo más que un simple cambio de capataces. De esa izquierda depende que esos movimientos escapen de las manos a sus dirigentes y tomen un cauce libertario.