Wednesday, March 15, 2006

LUGARES NON GRATOS



Existen sitios horrendos, cuyo sólo recuerdo es capaz de traer consigo la más sincera aversión de aquél que tiene la imprudencia de evocarlos. Sitios que deberían de desaparecer de la faz de esta tierra, junto con la memoria que uno guarda de ellos. Para mí puede ser ese parquecito, cerca de Gral. Anaya, en donde la vi llorar en uno de esos ratos en donde la hijoputería sale a flote y me desnuda en toda mi miseria. O aquél salón lleno de adolescentes idiotas, que gritan y se tiran bolitas de papel, mientras una anciana impotente intenta mantenerlos en orden. También puede ser un corredor de hospital, blanco y vacío, en donde sólo se escuchan los pasos de un médico que se aleja silencioso.

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Existen otros sitios cuya fama es también terrible, aunque menos dolorosa, para quien tiene el ocio de acordarse de ellos.

Hace algunos años, cuando era pequeño, cayó en mis manos un libro sobre el Triángulo de las Bermudas. Recuerdo la forma en la cual devoré aquél librito y quedé encantado con las historias acerca de la desaparición del Cyclops y la forma misteriosa en que una flotilla de aviones se esfumó en pleno vuelo. Me imaginaba que un buen día iba a ir por la calle y quizá oiría la voz de otro niño, perdido en el espacio inefable entre dos universos paralelos, mientras me decía que no encontraba el camino para volver a casa y lloraba pidiendo que alguien lo ayudase. En esa época Jaime Maussan y Nino Canún acaparaban la atención en la tele y no era raro escucharlos hablar de otro sitio siniestro, el equivalente mexicano (no nos podíamos quedar atrás) del nefando triángulo: la zona del silencio, en el desierto de Sonora. Más recientemente, la casa de Cañitas ocupó el lugar que antes dominaban triángulo y desierto. Ambos experimentaron la veracidad de aquella sentencia que dice “con la vara que midas, serás medido”; desaparecieron, sin dejar rastro, devorados por otro vórtice inmisericorde: el silencioso olvido del teleauditorio.

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Menos popular para nosotros, pero en la misma onda de los lugares de negra fama, Tunguska también se presta para historias fantásticas. En un librito titulado Los nuevos descubrimientos psíquicos de los rusos, se describe el aspecto anómalo de esta región, ubicada al noreste de Siberia, en donde los autores (un par de gringos que se fueron a meter a Rusia de chismosos) especulan que una explosión nuclear devastó la zona ¡en 1908! Según algunas versiones, una nave extraterrestre sería la responsable del semejante siniestro.

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La historia de Tunguska hace ineludible la referencia a Lovecraft. Entre las historias que componen su vasta colección de horrores, el paraje ominoso descrito en El color que cayó del cielo, guarda una semejanza asombrosa con el paisaje ruso del pretendido accidente extraterrestre. Árboles secos y tierras estériles, que lo mismo son capaces de aterrar a una comunidad puritana de Nueva Inglaterra, que de echar a volar la imaginación de un par de periodistas en busca del hilo negro, al otro lado del mundo (bueno, no exactamente).

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Recuerdo, por último, una película llamada La Aldea. Ahí, los habitantes (también puritanos gringos, como en El color que cayó…) crean un territorio poblado de horrores, para preservar la inocencia jacobina de su comunidad idílica. En alguna parte de la historia, la ficción engendrada por los fundadores de la aldea cobra dimensiones demasiado reales, al menos para la protagonista, que no obstante consigue (¡que raro!) salir airosa.

Yo quisiera poder hacer eso y vencer al monstruo que merodea el recuerdo de aquel parque infausto.

Thursday, March 09, 2006

PURA BILIS.


Hummm… El Día Internacional de la Mujer. Así, con mayúsculas, como le gusta a la izquierda apolillada. Otra efeméride social. Hay que reivindicar a la mujer. Devolverle su dignidad. Denunciar su situación de opresión en cada rincón del mundo. Luchar por que se le concedan derechos. Recordar a las compañeras caídas en la lucha. ¡Oh, sí! Nuestras luchas, las luchas de l@s just@s alrededor del mundo. Suben los socialdemócratas a las tribunas legislativa a denunciar el olvido de los gobiernos de derecha en los grandes temas de la agenda femenina; o a ensalzar sus logros, si es que son gobierno. Suben los fachas a reconocer las grandes deudas con el viejerio, a decir en voz alta el mea culpa, a resaltar sus programas de asistencia y apoyo, a hacer un llamado a la sensatez y a decir que los grandes problemas no se resuelven en seis años, pero que no dejarán de trabajar por ellas, aún cuando estén ya en sus ranchos, con su viejas, una vez retirad@s de sus chambas. Y en sus ratoneras, los comunistas de siempre nos recuerdan: “el Día Internacional de la Mujer esta unido indisolublemente a las luchas comunistas desde un incio. Lenin dio todo sus apoyo a la lucha de la mujer. Marx contempló la cuestión femenina (bueno, como siempre, fue Engels; pero eso ahora es irrelevante). El 8 de marzo se conmemora a las compañeras huelguistas muertas en un incendio, provocado por órdenes de sus patrones, en 1907”. En la acera de enfrente, los anarcos y los punks nos repiten la misma cantaleta, le tiran mierda a los marxianos y nos recuerdan también las huelgas de 1908. ¡Ah! También suspiran por la Revolución de 1936, en donde por cierto, los mismos anarcos ¡ordenaron! el retiro de las mujeres del frente, porque distraían a los hombres y propagaban las enfermedades venéreas. Por su parte, la intelligentsia mediática nos recuerda los grandes logros de la lucha femenina en poco más de cien años. ¡Oh, oh! ¡Las maravillas de las democracias liberales! ¡Las afortunadas de occidente! Pues no hay que olvidarlo, estas conquistas son parte de las bondades de una sociedad plena de libertades. Basta voltear la mirada a las tierras de los bárbaros: mujeres cubiertas de los pies a la cabeza (uta, así no se puede ver a la Camponanes en el Playboy), mujeres lapidadas (aquí se asesina, pero no se lapida), mujeres que no pueden entrar a un espectáculo público (¡Ni a ver el fut!), mujeres que no pueden usar un traje de baño (o sea, ¿qué se ponen cuando van a la playa wey?), mujeres que no tienen derecho al voto (no eligen gobers preciosos, ni líderes que exportan la libertad y la democracia a otras tierras), al trabajo (digno y dignificante), a la educación (por subversiva, pues el conocimiento os hará libres), a coger con quien les venga en gana (eso si es increíble, aquí en occidente eso es impensable). Mujeres que tienen que viajar separadas de los hombres en el transporte público, para que no existan roces impuros entre ambos sexos (aquí en el metro también se da la división, pero es una medida de conciencia social, para evitar los feos acosos del macho latinoamericano). ¡Nuestras sociedades democráticas y progresistas! Celebremos el Día Internacional de la Mujer. Celebremos a las caídas en la lucha. Recordemos a todas aquellas que no han podido gozar de los beneficios de nuestra democracia. Derecho al trabajo, como tantas mujeres en las sombrías maquiladoras y los luminosos burdeles (de una a cinco estrellas y VIP) de Yakarta y Cancún. Derecho a una vida y a un trabajo digno y gratificante, con entrada a las 8 a.m. y salida a las 3 p.m., para poder llegar a la casa y preparar la comida. O tal vez sin horario de salida, para poder construir una carrera exitosa y alcanzar la cumbre del fitness. Derecho al voto, para construir sociedades más justas, donde la explotación no tiene cabida y la discriminación ha quedado como un mero dato histórico. Derecho la educación, a esa educación libertaria y con vocación social, que genera bienestar y cultiva el intelecto, que produce individuos críticos e innovadores, que se encuentra al alcance de todos y no sólo de un sexo (o de quien pueda pagarla). Derecho a una sexualidad libre (estilo Manhattan, off course), en una sociedad donde no se ve a la mujer como un ornamento, sino como a un ser que aporta talento, ideas, afecto sincero; donde no se otorgan favores sexuales a cambio de una gratificación irrelevante para la sacrificada; porque en nuestras sociedades demócratas, se ha conquistado el intercambio de favores sexuales por favores económicos, académicos, laborales. Eso es equidad de género.

Ya, ya, ya. Es posible que haya aún cosas por hacer. Los cambios no se logran de la noche a la mañana. Todavía queda mucho camino por andar, todavía quedan algunas bondades de occidente por alcanzar: mayor participación de la mujer en actividades militares, mayor acceso a puestos de mando, más mujeres diputadas, senadoras, directoras y gerentes (o gerentas) de empresas. ¿O qué, no tienen ellas derecho a ser gobers preciosas? ¿A ser acusadas de peculado, de enriquecimiento ilícito, de operar una guerra sucia? ¿A gozar las mieles del éxito construido sobre las espaldas de otros?

¿Sueno fastidioso? ¿Qué esperaba? ¿Que de un plumazo todo fuese diferente? Ahhh… me dice mi Pepe Grillo interno (que en realidad es una aguerrida cucaracha y se llama Paquita): es que los comunistas hacen las cosas distintas, ¿verdad? Como sucedió en la Revolución Rusa. O como sucedió con la Revolución Cubana. O en la española. Ahí si que las mujeres llevaron desde un principio la batuta. Ahí si que había libertad y conciencia revolucionaria en el sexo. Ahí sí que se libraron de todo tipo de enajenación. Ahí sí que se les hizo justicia. Pura conciencia revolucionaria. ¡Ñaaa!. Hoy no me hieren sus ironías. Hoy se joden ante mi tripa hinchada de bilis.


Hay que celebrar esta fecha. Aunque todo sea una farsa, incluida la fecha misma. Aunque el famoso local de obreras en huelga jamás haya sido quemado. Aunque los anarcos nos cuenten el cuento Louise Michelle, Emma Goldman y Flora Tristan (mientras avientan los libritos de Prohudon y Bakunin debajo de la cama). Todos, en público, apoyamos la lucha de las mujeres. Nadie, que no sea un cínico, quiere ser catalogado como un macho retrógrada. Nadie es incongruente, mucho menos ellas. La lucha feminista siempre ha sido justa, progresista, libertaria.

Y muy racional.

¡Di no a la talla cero! Aunque a todos nos gusten las flacas. Aunque haya chicas que en verdad son flacas. Aunque ellas mismas aspiren a lucir como modelo anoréxica, a ser fashion a cualquier precio, a cantar las de Lupita D´Alessio porque su chico les puso el cuerno…

Yo por eso me niego a sumarme al festejo y a recordar a Ramona. A proclamar el amor libre mientras me largo con Karina a coger en un hotel bien escondidito, para no nos descubra su novio y la gente no asocie nuestros nombres. Es que somos progresistas, pero no estúpidos. Son nuestros usos y costumbres.



Pd. Tal vez encuentren problemas para los comments, pero no he podido resolverlos, prometo que en cuanto la red del sitio desde donde escribo esté lista, rápidamente me daré a la tarea de resolver este penoso asunto. Por lo pronto, una disculpa por cualquier problema con los comentarios y las diatribas; este pésimo anfitrión se siente verdaderamente apenado.

Wednesday, March 01, 2006

POEMA ESCURRIDIZO Y TRISTEZA

A Lucía.

Por fin encontré el poemita.

Después de varios intentos frustrados y perezosos de búsqueda, al fin he dado con un poemita del maestro Paz que me había resultado imposible leer. Se titula ¡No pasarán!, y fue escrito con motivo del asedio fascista sobre Madrid, en el año de 1936 (otro día me hecho un chorito sobre el tema). Fue inspirado por una consigna, repetida por todo Madrid mediante altavoces y según la historia oficial (marxista-leninista-stalinista y otros mounstros), creación de una mujer conocida como “La Pasionaria”. Como A. Ruvalcaba ya había tenido a bien informarme, el poema no aparece en la recopilación titulada Obra poética. Tampoco aparece en los volúmenes 11 y 12 de sus Obras Completas (los cuales contienen su obra poética reconocida) publicadas por el FCE. El texto se encuentra en el volumen 13 (Miscelánea), en donde de manera resignada, Paz accede a publicar los poemitas de juventud, excomulgados por malos (según él) o por ideológicos (según sus detractores). Pertenece a una serie de tres poemas, titulada Cantos españoles; el más conocido de ellos se llamó, por muchos años, Elegía a un compañero muerto en el frente de Aragón. Este poema si está incluido en las Obras Completas (Vol. 11) y aparece también en algunas antologías como México en la Obra de Octavio Paz.

¡No pasarán!, Elegía a un compañero muerto en el frente de Aragón y Oda a España, se escribieron entre 1936 y 1937. Para 1960, en Libertad bajo palabra, primera recopilación que Paz hizo de su obra poética, ya habían sufrido de la abjuración del poeta. Con los años, sólo la Elegía… lograría escapar al infierno del olvido. Le esperaba otro destino.

¡NO PASARÁN!
(3 fragmentos)

Como pájaros ciegos, prisioneros,
como temblantes alas detenidas
o cánticos sujetos,
suben amargamente
hasta la luz aguda de los ojos
y el desgarrado gesto de la boca,
los latidos febriles de la sangre,
petrificada ya, e irrevocable:
No pasarán.

Como la seca espera de un revólver
o el silencio que precede a los partos
escuchamos el grito;
habita en las entrañas,
se detiene en el pulso,
asciende de las venas a los labios:
No pasarán.

(último)

No pasarán.
¡Cómo llena ese grito todo el aire
y lo vuelve una eléctrica muralla!
Detened al terror y a las mazmorras,
para que crezca, joven, en España,
la vida verdadera,
la sangre jubilosa,
la ternura feraz del mundo libre.
¡Detened a la muerte, camaradas!



En Poeta con paisaje, Sheridan narra que ¡No pasarán! causó un debate encendido en los círculos literarios de la época: lo mismo mereció agrias críticas por parte de los culteques Contemporáneos (los cuales consideraban que el compromiso político no debería reflejarse en la obra poética y preferían la comodidad de su torre de marfil –eso no lo dice Sheridan, lo pongo yo), que elogios apasionados por parte de los compañeros de Paz; entre ellos se encontraban entusiastas sinceros, comprometidos con la causa de la Libertad y la Revolución, otros eran simples corifeos de Moscú y el PCUS. Aunque Paz, defendió con ardor el poema en su juventud (y no sólo él, sino varios de sus amigos poetas, que lo llegaron a calificar de genial) al final, las experiencias de su viaje a España en 1937 y (desde mi punto de vista) la presión y el intento de manipulación que se hizo de su compromiso con la causa de los revolucionarios españoles, por parte de los comunistas estanlinistoides, lo orillaron a abjurar de este y otros escritos. Comenzaba así, un no tan largo camino que llevaría a Paz de las filas del socialismo, hacia la democracia liberal (por decir lo menos).

Al preparar sus obras completas, Paz prevé que tarde o temprano alguien habrá de rescatar estas letras aciagas y decide incluirlas, pero no en los tomos dedicados a su poesía, sino en un rincón dedicado a los escritos de juventud. Alega que no tienen la calidad necesaria para considerarse poemas (contra la opinión de muchos de sus críticos de la época que fueron escritos) y considera que el tiempo logrará que algún día se borre su memoria.

Tal vez tuvo razón. Tal vez ¡No pasarán! no merezca ser llamado poema, ni recordado (yo y sus camaradas de entonces creemos que sí, pero bueno…). No importa. Hubo algo más que atrajo mi atención y me hizo olvidar por completo el objetivo inicial de mi búsqueda. Paz hizo una excepción: Elegía a un compañero muerto en el frente de Aragón fue incluida, con reservas, en los tomos dedicados a sus escritos poéticos. Yo hubiese preferido que abjurase también de ese poema, que lo eliminase por malo, que lo enviara al limbo. Así, al menos, tendría una razón técnica para justificar al maestro.

Concluyo ya, con infinita tristeza, estas primeras líneas ofrendadas. Si alguien intenta buscar la Elegía a un compañero… la encontrara con facilidad en las Obras Completas (Vol. 11) y me acusará, por lo menos, de ser impreciso: encontrará que el poema se titula Elegía a un joven muerto en el frente de Aragón. Supongo que, para Octavio, al final fue lo mismo el lado de la trinchera en la cual murió el joven...
Siempre podemos seguir creyendo, mientras tengamos ganas de hacerlo. Si fuese hermeneuta podría leer a mi modo el poema. ¿Quién sabe? Quizá ya lo he hecho. Al leer el nuevo titulo del poema, sentí una mezcla de rabia y decepción. Después quedó sólo la tristeza. Comprendí que ese joven muerto en el frente seguía siendo un compañero: era el joven camarada Octavio, muerto en el frente del realismo y la decepción. Aquí un fragmento:


Has muerto, camarada,
en el ardiente amanecer del mundo.
Has muerto cuando apenas
tu mundo, nuestro mundo, amanecía.
Llevabas en los ojos, en el pecho,
tras el gesto implacable en la boca,
un claro sonreír, un alba pura.



Tal vez mi tristeza no sea para tanto. Tal vez sólo me sentí aludido por la retracción. ¡Ah, joder! Tengo que dejar de hacer lecturas-espejo…