Monday, June 26, 2006

TRES BOSTEZOS Y UNA INVITACIÓN.

No hay cosa que me desespere más, que tener pereza para pensar. Arggghhh!!! Y no hay cosa que me moleste más, que ponerme a planificar mi vida, pensar a futuro, tomar decisiones basado en lo que podría, a lo mejor, tal vez, pasar. El futuro está hecho de miedo. Sólo los incautos actuamos pensando en lo que será mejor para el futuro. Mmmmm... en realidad, me molesta todavía más el hecho de estar seguro de lo que acabo de afirmar y no ser capaz de actuar en consecuencia. Chit!!!
Bueno ya. Tampoco tengo ganas de acostarme en el diván. Aquí dejo algo para destrozar en los ratos de ocio. También dejo (hago de nuevo) esta invitación, aunque ya antes la había puesto por algún lado.
Abrazos a tod@s .

* * *

-HOMBRE-

Animal altivo
el hombre.

Presumido.


* * *

-ARQUERA-

Dardo envenenado,
_________también es
la sonrisa.



* * *

-METAMORFOSIS-

Criticarte
es disparar al cielo.

Algo ocurre en el camino.
Sale una bala.
Vuelve una bomba.

Monday, June 19, 2006

PLAGIO CON ACTUALIZACIÓN

Uno de los divulgadores de la ciencia que más me gusta e intelectual orgánico que menos me caga, es Luis Gonzáles de Alba. Tiene un estilo muy rico para abordar los más áridos rincones del quehacer científico. Cada vez que lo leo me gusta más y estoy menos de acuerdo con sus opiniones. Hace ya casi diez años, publicó un libro llamado Los derechos de los malos y la angustia de Kepler; muuuuy recomendable. Hay un texto que me gusta especialmente, por lo cual lo plagio y posteo, con algunas modificaciones respecto al original, pues el paso del tiempo suele ser especialmente severo con estos textos. Aquí se los dejo.

Abrazos a Tod@s.

* * *

ARITMÉTICA DE LA CORRUPCIÓN
(Plagio a Luis Gonzáles de Alba)

Números abundantes.

Los que algunos operadores políticos del Peje obtienen en tratos videograbados con empresarios rompecorazones. Son tan abundantes, que desbordan los maletines. Los matemáticos, freaks a fin de cuentas, los definen en sus términos incomprensibles: son los números enteros inferiores a la suma de sus divisores propios. El 7, p. ej.

Números amistosos.

Los de las declaraciones de impuestos del cuñado de Feli-pillo.
Declaración freak: Pareja de números cuyos divisores propios suman a su pareja. P. ej. 220 y 284.

Números complejos.

Para algunos son complejos los números de los modelos que se publican en el Theoretical Journal of Biology o en los Annalen der Physhyk. Para otros lo son los datos mientamadres sobre el crecimiento económico del país o los de los malabares del presupuesto hogareño para llegar a la siguiente quincena. Más fácil (ajá): Son los números en donde aparece la raíz cuadrada de menos uno. : (

Números extraños.

Los de los negocios de los hermanitos Bribiesca o los de la declaración patrimonial de Robert “Titino” Madrazo.

Un poco menos extraños (pero no mucho): son los números cuyos divisores no logran sumar el mentado número bajo ninguna combinación. El 70, dice L.G.A.

Números imaginarios.

Para la mayoría de los mortales, por muy chambeadotes que sean, es imaginario pensar en amasar una fortuna como la de Carlitos Slim, aliado estratégico del candidato de la “izquierda” y amiguis de Carlitos Salinas.

Imaginarios inimaginables: son los números cuya base es la raíz cuadrada de -1.
What?

Número de oro.

No es uno, sino varios los que hacen posibles los autos, depas, escoltas, amantes, estudios en Harvard o la Sorbona, Rolex y demás satisfactores básicos de los parientes de nuestros servidores públicos.

Desde tiempos antiguos se considera que el 1.618… es aúreo. Bobada típica de cerebros poco prácticos.

Números irracionales.

Los de los Gates, Slims, Kamprad, Buffet, Arnauld, etc., etc., etc. Sobre todo frente a los 1 200 millones de seres humanos que viven con menos de 1 dólar al día.

Con menos grilla: es irracional el número que no puede expresarse como un quebrado de número entero. O sea,
esto.

Números perfectos (Este lo dejo igualito, porque me sigue gustando)

No existe ninguno. Pueden preguntarle a quien gusten y hasta
87 millones de dls siempre son perfeccionables con la suma de otras cuentas bancarias en diversos países y ciudades. Los matemáticos, en cambio, dicen una tontería: que el 6 es perfecto. Lo cual es de risa loca. ¿A quién le importa que los divisores propios de 6 sumen también 6? El 6 no puede ser perfecto cuando no los son 84 millones. Y punto.

Números semiperfectos.

Aunque L.G.A. diga lo contrario hay muy pocos. Aún partiendo de 1 millón de dls. Perfeccionalble en 2, 3, 4, etc., etc., etc… De los 6 mil millones de humanos en el mundo ¿cuántos tienen esa cantidad? No todos nos apellidamos Ahumada, Zavala, ni mucho menos Slim, Azcárraga o Salinas.

Definición pa´ la weba: Es semiperfecto el número abundante que resulta de sumar algunos, pero no todos, sus divisores.

Números superabundantes.

¿Revisamos las listas de Forbes? Claro que para la seño de las quecas y para mí, el sueldo de algunos asesores financieros y jefes de departamento ya son superabundantes.

Par los ñoños que prefirieron estudiar matemáticas en vez de actuaría, un número superabundante es aquel cuyas fracciones suman más que el mismo número. El 12 p. ej. ¡Inchis mediocres!

Monday, June 12, 2006

CONSTANTINO KAVAFIS

Por las calles de Alejandría
se pasea, deseo sin cuerpo,
aquél
Constantino Kavafis.
Sus ojos acusan deleites
esbozados apenas
en las noches ardientes de Egipto.
La sombras reptan discretas
entre callejas y puertas,
fauces hipnóticas,
de esta ciudad del pecado.

Por las calles de Alejandría
se pasea, carne ruborizada,
l´ autre Constantino Kavafis;
sus dedos descorren los velos,
vapores púrpuras, dorados,
que ocultan paraísos impuros:
placeres
que inundan el aire
con olores de sándalo,
sudor y semen. Su rostro
esquivo refleja las prácticas
ilícitas del cuerpo.
Todos los rostros, todos los cuerpos,
cada uno llegado su turno:

son también el poeta de Alejandría.

Por la calles nocturnas, sensuales, de Alejandría…

Ante las negras llamas del Egeo,
Constantino Kavafis
concede libertad al cuerpo y al pensamiento.

La Luna de Atenas
huele a vino y a sexo.

Monday, June 05, 2006

ARREPENTIDO DEL ARREPENTIMIENTO

Insatisfacción y peor aún: autocensura. Vas en picada Icarito... Aquí está, de todos modos. Abrazos a tod@s .

* * *
Hay mucha ambivalencia en esta vida y yo no soy la excepción. Otra vez las vanguardias, por ejemplo. Puedo criticarlas con furia y enemistarme con ellas, pero en el fondo me agrada su trato. Atacar su arrogancia y su afán de dirección, representa mi tibio intento de exorcizar los demonios de mi arrogancia y mi carácter autoritario. Soy un péndulo. Las oportunidades abundan: el amor, la familia, la ciencia, el arte, Paz, el feminismo, Foucault, la libertad. ¡Ahhhh! Oscilar es una condena, pero al menos me deja con algo para pasar los ratos de ocio. Y también ofrece algunas experiencias interesantes. Recuerdo algo que me sucedió en la universidad. Por aquellos días decidí que debía haber otras cosas en la vida, además de tratar de cambiar el mundo. Estaba instalado cómodamente en mi cubículo estudiantil, entregado a joder un poco a uno de los extraños personajes que ahí anidábamos, cuando entra un poema de mujer, camarada de la n-ésima Internacional. Desde el primer momento le puse la mirada en el trasero duro y redondo, mientras ella se disparaba a hablar de “la-necesidad-de-la-unión-entre-obreros-y-estudiantes-en-el-contexto-de-una-lucha-que-permita-extender-la-gloriosa-revolución-del-proletariado-bla-bla-bla...” Supongo que era, de algún modo, un asunto más interesante de lo que podía apreciar, porque mis compañeras la escuchaban con atención. Yo me dedicaba a evaluarle el tatuaje que llevaba al final de la espalda: ¿Qué cojones tenía que ver Trotsky con esa serpiente prehispánica? La dialéctica, supongo. Total que en una de esas me pilla viéndole las nalgas y bueno: diez mil loros se me vinieron encima… Que por eso no podíamos avanzar. Que si me creía que ella sólo servía para coger o qué mierda. Que si ese era el tipo de trabajo que desarrollábamos. En fin, no sé que más dijo, porque después del impacto inicial me quedé tieso al ver cómo se le marcaban los pezones bajo su playera negra… ¡Carajo, con lo fogoso que andaba por aquellos días! Total que me volteo pensando que ahí va a parar todo, pero ella se sigue. – A ver, compañero – me dice, – ¿Qué tienes que decir? ¿Qué crees que diría Trotsky ante esta actitud de machito burgués? ¿Crees que entre camaradas podemos tratarnos de esta manera? – Alzo la vista, le ofrezco mi mejor sonrisa y maquino una estratagema para entrarle por algún lado e invitarle una chela. Pero veo a mis compañeras con las caras más largas de este mundo, siguiendo atentísimas el sermón de la internacionalista y mirándome con ojos fulminantes. Todavía intento suavizar las cosas y le digo que no soy trotskista, pero que le invito una cerveza y podemos seguir discutiendo de la mujer y de otras cosas. ¡Uffff! Explota y comienza a llamarme macho-de-mierda-por-borrachos-como-tú-la-gente-no-nos-toma-en-serio-bla-bla-bla… Se me agota la paciencia y comenzamos a discutir. Que si jamás había leído un discurso de Trotsky hablando de feminismo. Que si el viejo era un asesino. Que quién había abandonado Barcelona a las garras de Franco. Que si los trotskistas jamás habían asumido los hechos de Kronstand. Que si me gustaba vender utopías. Que… bueno. Termino perdiendo la calma, sin poder exponer con claridad mis ideas y, en lo que trato de poner orden en mi cabeza, ella se declara triunfadora y se larga muy ufana, dejándome con un palmo de narices y tratando de explicarle a mis compañeras que yo no había estado nunca en Barcelona y que tampoco creía que fueran muñequitas para mis ratos de calentura. En ese entonces yo aún me tomaba muy en serio algunas cosas. Con el tiempo comprendí que era un verdadero pesado y que en todo caso yo sólo podía hacer mi parte, sin tratar de vender el evangelio y esperar que los demás siguiesen mi prédica. Sigo siendo un pesado y me tomo en serio cosas peores (a mí por ejemplo), pero ya no voy por ahí predicando. El sexo con cierta persona me ayudó mucho. El resto fue el desencanto. Pasar de la burbuja de cristal de la teoría y mi escuelita, a las demandas prácticas de todos los días. Fue como dejar caer un huevo desde la azotea de un rascacielos.

Una semana después me encontré a la chica fumando mota con unos amigos, allá en el chopo. Me senté junto a ella, le ofrecí de mi chela y ella aceptó. Charlamos. Charlamos mucho. Jamás me ha vuelto a suceder algo así. Me invitó a su casa, así que nos fuimos en metro desde Guerrero hasta Zapata. Vivía en la colonia del Valle. Su padre era doctor en sociología por Harvard y viajaba todo el tiempo. Su madre vivía en Italia, pero no sabía de ella desde hacía más de cinco años. Cogimos delicioso durante toda la semana siguiente y una mañana, me pidió que me fuera con ella a Guerrero. No se trataba de ir a turistear, por supuesto. Fue la última vez que la vi. Estaba muy a la vanguardia para mí, en ese momento.