Monday, January 08, 2007

EL GORDO GALICIA

Casi todos los hombres aspiramos en algún momento de nuestras vidas a ser héroes. No grandes héroes, por cierto. En realidad lo único que se necesita es que cierta persona nos vea como tales. Quizá se trate de una especie de locura producida por las historias de la infancia, un trastorno que hace que uno sienta la pulsión de rescatar a la princesa del peligro, liberarla del embrujo bajo el cual se encuentra, rescatarla del ferocísimo (guapérrimo, adinerado y/o cabroncísimo) dragón, salvarla de sí misma (¡Oh, sí! Esto especialmente). Es una idea bastante linda que te jode divinamente. Una y otra vez, ves fracasar la empresa, te quedas impotente, iracundo y a pesar de ello, sigues insistiendo jodidamente. Quizá a las mujeres les pase algo semejante, quizá sientan en alguna etapa de sus vidas la necesidad de ser mamá gallina y proteger al pollito indefenso. No sé. Nunca he aparentado ser un pollito y me cagan los cabrones que se hacen los sufridos para explotar la compasión de una mujer. Me pregunto si tales pusilánimes llegarán a sentir también en algún momento la necesidad de salvar a alguien. Quizá sí. Quizá su patetismo sea un intento permanente por salvarse a sí mismos. Afortunadamente, tales duendes no llegan a superar a los aprendices de héroe. Ahora mismo pienso en el buen Gordo Galicia, en su obsesión por las secretarias con maridos golpeadores, borrachos. Es un tipo simpático, noble. El mejor ejemplo de que la bondad no paga. Siempre la misma novelita. Tipos brutales que las tienen hasta la madre durante el día, que las dejan secas de tanto llorar, que las llenan de hijos antes de cumplir los treinta años. Y ahí está el Gordo Galicia, al pie del cañón, consolándolas, ofreciendo su hombro, llevándolas a comer para que se desahoguen, cargando al chamaquito mocoso y gritón, para que la madre pueda estar por unos minutos tranquila. Cualquiera pensaría que son la familia modelo: padre y esposo amoroso, una madre joven y bella, un par de escuincles berrinchudos y adorados por sus padres. Pero siempre hay que pagar la cuenta, despedirse y marcharse a casa. El Gordo Galicia se va al departamento que comparte con su madre y su hermano oligofrénico. Se encierra en el baño y se hace una chaqueta mientras piensa en ella. La joven madre se va también a casa, vuelve al infierno del marido infiel, borracho y/o golpeador. Regresa, como siempre lo hace, con aquél cabrón que coge tan delicioso. Si tiene suerte será una noche de mucho sexo, a raudales. Sexo por todos los orificios posibles. Sexo con alcohol y unas líneas de coca o unas buenas tachas. Es todo lo que ella necesita. El Gordo Galicia está bien para desahogar sus frustraciones. Para la noche lo que se necesita es un macho brutal, un semental que la pueda penetrar hasta el cervix. Es difícil encontrar un buen amante. Por un buen follador se pueden aguantar los madrazos y el papiloma, los gritos en público y trabajar para mantenerlo, todo con tal de chorrearse sin medida un par de veces a la semana. Cada semana. En lo que él la bota. Aún así, el Gordo Galicia persiste. Dice que no le importa quedarse eternamente en la entrada y jamás disfrutar del plato fuerte. Asegura que hay algo heroico en aguantar vara y brindar apoyo a la dama. Tiene una fe enorme. Está seguro de que algún día será correspondido y en mayor medida que el hijo de puta que regentea a su amada secretaria. La misma historia por años. Cambian los nombres, no los hechos. Yo no quiero ser un héroe. Yo ya no quiero ser un héroe. No critico al Gordo Galicia, lo entiendo. Yo lo intenté también por años, con la misma fe, con la misma abnegación, pera ya no puedo. No soy un héroe, nunca lo fui y nunca lo seré. Me cansé, me harté sobre todo. No voy a seguir calentando la cama para que otro cabrón venga y se acueste. Allá aquellos que quieran seguir aspirando a ser héroes. No estoy para salvar a nadie y tampoco quiero que me salven La única heroína que necesito la consigo con mi dealer. Suficiente para sentirme bien por un rato y coger sin complicaciones con una putita tan adicta y destrozada, como yo mismo me encuentro.

18 comments:

webita said...

Hola, Ícaro... buen inicio con este post, arroz!

Anonymous said...

Mira guerrero: Yo creo que el que ya no busca salvar ni ser heroe, es porque se encuantra más allá del bien y del mal.

Anonymous said...

Webita: me complace que el ciber-año inicie con un comment tuyo.

De manera tal Buca, que estás haciendo referencia al limbo, ¿eh?

Abrazo a ambos.

Mamá-Z said...

A veces, es muy importante saber quién nos está leyendo, Ícaro.

La lectura es recíproca.

Un abrazo.

Anonymous said...

Gracias Agus. Aquì andamos.

Abrazo.

pk said...

bien, ícaro, me gusta ese “vuelve al infierno del marido infiel, borracho y/o golpeador. (yo lo dejaría sólo con la “y”) regresa, como siempre lo hace, con aquél cabrón que coge tan delicioso. si tiene suerte será una noche de mucho sexo, a raudales. sexo por todos los orificios posibles. sexo con alcohol y unas líneas de coca o unas buenas tachas. es todo lo que ella necesita.”, y también me gusta el “para la noche lo que se necesita es un macho brutal, un semental que la pueda penetrar hasta el cervix. es difícil encontrar un buen amante. por un buen follador se pueden aguantar los madrazos y el papiloma, los gritos en público y trabajar para mantenerlo, todo con tal de chorrearse sin medida un par de veces a la semana. cada semana.”. uf, que hasta se pone la piel chinita... además del cierre del texto: “la única heroína que necesito la consigo con mi dealer. suficiente para sentirme bien por un rato y coger sin complicaciones con una putita tan adicta y destrozada, como yo mismo me encuentro” (na’ más q yo le quitaría esa última coma y borraría el “mismo me encuentro”). heroico sabor a desperdicio humano, de vidas q se conforman con las putas migas. ni madres, ícaro, de esos héroes ni madres... matemos al gordo galicia!.

abrazo

Anonymous said...

ja. perfecto, mi buen. el problema: hay días en que ni el díler trae heroína.

un abrazo

Anonymous said...

Mj, mi querido PK, ahora que lo comentas se ve rara esa coma ese "yo mismo me encuentro". Quizá se deba a una misteriosa pulsión autorreferencial. Me quedo pensándola. Lo de los Gordos galicias me resulta más difícil, son personajes tan escasos que no puedo dejar de sentir una mezcla de simpatía y coraje por él. Igual y el buen Rovan o Cerdito pueden explicarnos porqué estos ejemplares altruistas-kamikazees no desaparecen del planeta.

Flaco: a las pinches fallas del dealer se debe que uno tenga que refugiarse en un teclado. Chale.

Anonymous said...

q puedo decir? no sé, sospecho q eres el héroe de muchas pero no el gordo Galicia de ninguna.

"altruista"?? conducta 100% altruista pus no porq en el fondo alberga obtener algo a cambio de el consuelo q el brinda.
kamikaze? pus si, ai va al matadero.
supongo q no desaparecen porq le son útiles a la sociedad, q sé yo alguna función deben de tener, tal vez sin ellos los hijos de puta y las "abnegadas" dejarían de reproducirse, es decir son como la valvula de escápe, q permite q ese sistema reproductor/pareja copulatoria siga funcionando, jajaja ya me clave, igual estoy debrayando. perdón por el abuso jeje.

Anonymous said...

Cerdito: altruista en el sentido de que ofrece un consuelo que no "trasciende". Y pos lo de utiles ala sociedad me suena a selección de grupo. Ya, hasta aquí el debraye. Y nel, no hay abuso.

LettyLup said...

Creo que es bueno que exista ese héroe o principie de cuento que quiera rescatarnos, pero claro sin que se lleguen a convertir en el gordo Galicia.

Me gusto mucho esta entrada.

Saludos

Anonymous said...

Pues es que el Gordo Galicia es un extremo de ese deseo de rescatar a alguien.

Gracias LettyLup.

Abrazo.

LettyLup said...

Regrese :D

Pues si que es el gordo Galicia es un extremista, y creo que eso se vuelve un poco patético pues su misma inseguridad hace que deje a un lado sus emociones.

carlarojasz | artifier said...

pues yo creo que a veces tambien nos gusta ser rescatados por nuestro super heroe.. eso si rules!
o tambien es padre cuando los super heroes resulta que siempre estuvieron ahi y eran quienes menos eperabamos.. es lindo dejarse caer y ser rescatado...
saludos... tardios.. lo se.. sorry beshio

Anonymous said...

Llo no ablo del linvo, cino de hestar a otro nibel!!!

Anonymous said...

Mj, mj... puede que si esté dejando a un lado sus emociones, aunque a veces creo que su satisfacción está en ser paño de lágrimas; supongo que su espera eterna e incondicional podría hacerlo sentir que es mejor que el marido o el gañancito en turno.

Athewita: una de las broncas con el Gordo Galicia es que todo se queda en intento de rescate. Por otro lado, creo que los rescates suelen ser meros traslados de un circulo a otro del infierno. Ñee!!! Inchi amargues!!!

Abrazo a ambas.

pk said...

(no, claro, ícaro, sus emociones no están haciéndose a un lado. pues por eso se mete al baño y se jala hasta el hastío. es realmente patético... en fin, yo insisto: matemos al gordo galicia)

Anonymous said...

Mi querido Pk: es por piedad o por justicia por lo que debemos matar al Gordo Galicia? La neta creo que me resisto a darle muerte porque algo de mí se moriría al matarlo.

Suspiro patético y abrazo.